Aconsejamos a todos los pacientes de cáncer que lean este IMPORTANTISIMO libro sobre la realidad del cáncer CÁNCER: LA SORPRENDENTE VERDAD. Su autor es el prestigioso biólogo molecular Travis Christofferson. Lo recomendamos para todo paciente de cáncer y por supuesto para todos los médicos y oncólogos.
Vacuna de células dendríticas autólogas y células CIK (Cytokine Induced Killers)
Vacunas de Células Dendríticas
La inmunoterapia activa específica con vacunas de células dendríticas (DCV) es una forma emergente y potente de inmunoterapia contra el cáncer que tiene mecanismos de acción clínicamente relevantes con un gran potencial para el tratamiento sistémico de los cánceres. Su objetivo es reprogramar la respuesta inmunitaria antitumoral para que pase del estado de aceptación del cáncer (tolerogénico) al de destrucción del cáncer (inmunogénico). La DCV no afecta directamente al cáncer, sino que el efecto terapéutico se produce al "nutrir" el sistema inmunitario para que, en lugar de “tolerar” las células cancerosas, las reconozca y actúe para controlar sus actividades.
Las células dendríticas se extraen de la sangre del paciente, se cargan con antígenos tumorales y maduran en un laboratorio GMP (Buenas Prácticas de Manufactura) especialmente diseñado que cumple estrictos controles de calidad y vigilancia. Una vez cargadas con antígenos tumorales y maduradas correctamente, las células dendríticas se activan para inducir la respuesta inmunitaria cuando se inyectan de nuevo en el torrente sanguíneo del paciente. No ataca directamente al cáncer sino que tiene un efecto terapéutico al "nutrir" el sistema inmunitario y obligarlo a reconocer y controlar las células cancerosas en lugar de tolerarlas.
INMUNOTERAPIA CON CÉLULAS CIK
La inmunoterapia contra el cáncer con células asesinas inducidas por citocinas (CIK) es un tratamiento de inmunoterapia pasiva porque, a diferencia de la inmunoterapia activa con preparados de células dendríticas, las CIK son capaces de unirse directamente a las células cancerosas y eliminarlas. Numerosos ensayos clínicos han demostrado que las células CIK pueden ayudar a prevenir la recurrencia de la enfermedad, detener su progresión y aumentar la supervivencia global, al tiempo que mejoran la calidad de vida de los pacientes con cáncer. Las principales células activas de las CIK son las CD3+ / CD56+, que raramente se encuentran en la sangre periférica no cultivada. Tienen altas tasas de proliferación y potentes efectos anticancerígenos debido a la doble acción funcional de las células T y las células NK, son poco citotóxicas para las células sanas, pero tienen un efecto particularmente específico sobre las células cancerosas.
Una vez en el cuerpo del paciente, las CIK se desplazan inmediatamente al lugar donde se forma el tumor y comienzan a eliminar las células cancerosas. Detectan estas últimas en respuesta a las alarmas enviadas por el organismo del paciente.
Las CIK actúan al instante, no necesitan ayuda del sistema inmunitario del propio paciente. Esto es especialmente importante en pacientes cuyo estado es tan débil que el organismo ya no es capaz de responder a la enfermedad por sí mismo. Debido a esta propiedad, los CIK se clasifican como inmunoterapia pasiva porque no refuerzan el sistema inmunitario humano, sino que lo modifican fundamentalmente.
Los métodos de inmunoterapia pasiva, como los CIK o los anticuerpos monoclonales, también son perfectamente compatibles con la inmunoterapia activa, cuyo objetivo es movilizar el sistema inmunitario del paciente. Esta combinación permite aprovechar tanto la rapidez de la terapia pasiva como la eficacia a largo plazo de la terapia activa. Un excelente ejemplo de combinación de estos métodos podría ser el tratamiento tanto con CIK como con células dentríticas. Estas terapias funcionan con principios muy diferentes, pero al mismo tiempo crean una respuesta amplia y compleja contra el cáncer. Existen pruebas de que la quimioterapia aumenta la sensibilidad del cáncer a la inmunoterapia y la radioterapia, y viceversa. Basándose en estos datos, está ganando terreno en oncología el concepto de quimioinmunoterapia, según el cual la inmunoterapia, la quimioterapia o la terapia diana por sí solas no son capaces de controlar eficazmente el cáncer, por lo que es necesaria una combinación racional de estos tratamientos oncológicos.
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